Los
indígenas amuzgos se nombran a sí mismos tzjon noan (pueblo de hilados o hilo
suave) y son poseedores de un patrimonio cultural de gran relevancia pues
forman parte de la gran diversidad cultural de los pueblos indígenas de México.
Una
de las comunidades amuzgas más importantes por la riqueza de sus
manifestaciones culturales se encuentra en el pueblo de Xochistlahuaca en
Guerrero, donde las mujeres indígenas se han destacado por preservar la
tradición artesanal de la elaboración de obras de arte textil en el telar de
cintura; auténticos símbolos de la identidad y las aportaciones estéticas de
este pueblo indígena.
Las
mujeres amuzgas, casi todas artesanas textiles, realizan sobre todo huipiles,
carpetas, manteles y rebozos. La realización de este arte textil es todo un
proceso que implica una larga serie de actividades íntimamente ligadas a su
contexto social, desde el largo proceso de aprendizaje de la tradición, el
esfuerzo y perseverancia que se requiere en la creación y la precisa aplicación
de las técnicas ancestrales.
Las
mujeres de Xochistlahuaca trabajan desde temprana edad en la elaboración de los
huipiles y su labor va desde el cultivo del algodón, la fabricación de su
propio hilo para tejer, hacer las madejas, montar el telar y crear lo que
después de varios meses será una pieza artesanal de gran belleza y colorido.
Desde
muy niñas, estas mujeres de las montañas de Guerrero aprenden las técnicas de
la textilería, transmitidas generación tras generación por sus madres y
abuelas. La gran mayoría elabora las prendas para el consumo familiar, tejen
sus propios huipiles con brocados de figuras que retratan su mundo, historia y
sueños, herencia cifrada en un lenguaje grafico de símbolos, rostro tejido con
la identidad del pueblo y el sentir de las tejedoras mismas.
Históricamente
las mujeres de Xochistlahuaca han realizado una labor artesanal y comercial
importante para el desarrollo de su comunidad, buscando siempre preservar este
arte al transmitirlo a las nuevas generaciones.
Las
tejedoras de Xochistlahuaca en varias ocasiones han sido premiadas por la
belleza de sus huipiles y prendas, muestra de ello es el Premio Nacional de
Ciencias y Artes que obtuvieran en el 2004 por sus extraordinarias creaciones.
El
ingenio, esfuerzo y talento de estas mujeres se ve reflejado finalmente en la
compleja elegancia de sus creaciones, en la infinita riqueza de sus tejidos y
en la majestuosidad que todos estos elementos juntos conforman en un cielo de
sueños y cantos tejidos por manos mágicas.
Los
indígenas amuzgos se nombran a sí mismos tzjon noan (pueblo de hilados o hilo
suave) y son poseedores de un patrimonio cultural de gran relevancia pues
forman parte de la gran diversidad cultural de los pueblos indígenas de México.
Las
mujeres amuzgas, casi todas artesanas textiles, realizan sobre todo huipiles,
carpetas, manteles y rebozos. La realización de este arte textil es todo un
proceso que implica una larga serie de actividades íntimamente ligadas a su
contexto social, desde el largo proceso de aprendizaje de la tradición, el
esfuerzo y perseverancia que se requiere en la creación y la precisa aplicación
de las técnicas ancestrales.
El
ingenio, esfuerzo y talento de estas mujeres se ve reflejado finalmente en la
compleja elegancia de sus creaciones, en la infinita riqueza de sus tejidos y
en la majestuosidad que todos estos elementos juntos conforman en un cielo de
sueños y cantos tejidos por manos mágicas.
Fragmento de ensayo fotográfico Tejedoras de Sueños de Fernando García Álvarez