El mundo prehispánico basaba su actividad textil y su manera de
vestir en sus creencias, su modo de vida y sobre todo en los recursos con los
que contaban.
La confección de tejidos es la actividad más antigua y quizás la
más desarrollada por artesanos que han logrado dominar todo un conjunto de
técnicas mediante las cuales pudieron dar a sus textiles, diversos aspectos y
lograr un sin número de piezas de diferente calidad.
La importancia de un textil era para denotar rango y situación
social. Su función económica, social, ceremonial y funeraria son
características, según la situación en que se encuentren.
Históricamente las mujeres de Xochistlahuaca han realizado una
labor artesanal y comercial importante para el desarrollo de su comunidad,
buscando siempre preservar este arte al transmitirlo a las nuevas generaciones.
Los textiles son un elemento de la vida cotidiana; desde muy niñas, las mujeres de
la montañas de Guerrero aprenden las técnicas de la textilería,
transmitidas generación tras generación por sus madres y
abuelas, la mayoría elaboran artesanía textil hecha en telar de
cintura, mientras que los varones enseñan como sembrar el algodón para los
hilos.
Las mujeres amuzgas, realizan sobre todo huipiles, carpetas,
manteles y rebozos. La realización de este arte textil es todo un proceso que
implica una larga serie de actividades íntimamente ligadas a su contexto
social, desde el largo proceso de aprendizaje de la tradición, el esfuerzo y perseverancia
que se requiere en la creación y la precisa aplicación de las técnicas
ancestrales, método que les permite lograr tejidos en los que se refleja la
armonía y equilibrio con su entorno natural.
Y a pesar del paso de los años y
la introducción de telas de fabricación industrial sus
estrategias de resistencia han sido efectivas hasta hoy.
La Flor de Xochistlahuaca
te invita a mantener esta diversidad cultural, que es una riqueza vigente
y que hay que seguir preservando.
0 comentarios:
Publicar un comentario